El 15 de agosto de 2020, el grupo JOSKIN inició un proyecto importante: la primera sustitución de la cuba de zinc de su unidad de galvanización ubicada en Polonia. Un proyecto que, si bien parece anodino en teoría, ¡resultó ser innovador y muy impresionante! Una nueva historia que confirma que JOSKIN no se detendrá ante nada para cumplir con sus estándares de calidad.
Desde hace muchos años, se suele relacionar la marca JOSKIN con sus máquinas galvanizadas. No es una coincidencia. Partiendo de la presunción de que se utilizan las máquinas agrícolas durante todo el año, y la mayoría de las veces en contacto directo con sustancias agresivas (purín, estiércol, etc.) que causan corrosión, JOSKIN buscó muy rápidamente el mejor recubrimiento para garantizar una protección duradera de sus máquinas. No es de extrañar que ha elegido la galvanización.
Una solución de primera clase
La galvanización en caliente es un proceso muy complejo. Se realiza a una temperatura de 450°C. Durante el proceso, el acero está cubierto con tres capas compuestas por una mezcla de acero y zinc, así como una capa exterior de zinc puro. Estas tres capas están perfectamente ancladas en la superficie protegida a diferencia de la pintura que se acaba de depositar. En cuanto a la capa exterior, es menos dura y amortigua por consiguiente muy bien los choques.
Este proceso proporciona una protección eficiente a lo largo de la vida de una máquina. Las ventajas no se limitan a eso: este revestimiento requiere poco o ningún mantenimiento, proporciona una protección perfecta contra las inclemencias climáticas y su capa no se daña por deformación mecánica. La galvanización es, por lo tanto, una solución de primera clase que ahorra tiempo y dinero.
En 2010, de acuerdo con sus altos estándares de calidad, JOSKIN decidió adquirir su propia unidad de galvanización. Para ello, la marca se ha equipado con una línea automática de galvanización en su sede polaca, ubicada en la ciudad de Trzcianka. Gracias a ello, la empresa ha podido controlar desde entonces todos los pasos del proceso de forma óptima en la empresa, desde el pretratamiento hasta la galvanización, y puede llevar a cabo esta etapa crucial en el menor tiempo posible.
¡Un gran proyecto!
Tras 10 años de puesta en servicio y después de haber galvanizado varios miles de máquinas, había llegado el momento de llevar a cabo un mantenimiento minucioso y riguroso de los baños para mantener una calidad de galvanización a la altura de las normas de la marca. Así que JOSKIN decidió sustituir su primera cuba por un nuevo baño de zinc.
Aunque este proyecto podía resultar sencillo en teoría, requirió, sin embargo, una organización y un trabajo minucioso para lograr el resultado deseado. En el programa: pedido de la cuba, transporte de la cuba, bombeo de zinc, construcción de riel en la fábrica, preparación de los técnicos, preparación de la caja de extracción de humos... e incluso: ¡desmontaje parcial del techo de la fábrica! De hecho, la eslinga de la cuba, no permitió levantarla fuera del horno y sacarla por la pared desmontable... Entonces, ¿qué hacer? ¡Desmontar el techo para permitir que las diferentes grúas hagan todo el trabajo! JOSKIN realmente no se detiene ante nada...
Afortunadamente, durante el proceso, hacía buen tiempo en Trzcianka. Sin embargo, estaba previsto un plan B en caso de lluvia; ¡el aislante del horno no podía estar mojado en ningún caso!
Después de 5 días de trabajo preparatorio (del 10/08/2020 al 15/08/2020), se introdujo finalmente en el edificio el nuevo baño de 47 toneladas. A continuación se calentó la cuba durante 48 horas, se bombeó el zinc líquido en el nuevo baño y luego se rellenó gradualmente añadiendo lingotes de zinc.
Después de 10 días de intervención, la cuba «Antonina», denominada así por los galvanizadores tal como manda la tradición, estaba lista para recibir todas las solicitudes de galvanización para los próximos 10 años.
Una nueva historia que viene una vez más, a confirmar el lema de la marca: ¡«JOSKIN, la calidad sin compromiso»!
Para más información...
El espesor de la cuba es de 50 mm y pierde por término medio 2 mm por año. Cuando el espesor alcanza los 28 mm, esto indica que hay que cambiar el baño. Como se pide la cuba con un año de antelación, la medida de 30 mm de espesor indica el inicio del proceso.