Las máquinas agrícolas se utilizan todo el año, la mayoría del tiempo en contacto con substancias agresivas (purín, estiércol, abonos químicos, etc.) que causan la corrosión. En la vida diaria, las piezas de acero utilizadas para la construcción de edificios, de postes, de reverberos y de señales de circulación necesitan también una protección duradera. Y cuál es la mejor solución para protegerlos contra la corrosión ? La respuesta es sencilla: la galvanización !

En numerosos casos, la galvanización en caliente constituye la primera elección en materia de protección duradera del acero contra la corrosión. Con respecto a la pintura, la galvanización no requiere mantenimiento o poco mantenimiento, protege perfectamente contra las inclemencias y su capa no se daña durante las deformaciones mecánicas. En caso de pintura desconchada por ejemplo, para volver a hacerla, es necesario quitar completamente la capa existente antes de poner la nueva. Eso dura algún tiempo e implica un coste elevado. Elijiendo la galvanización, usted evita estos problemas y ahorra tiempo y dinero.

La galvanización en caliente se realiza a una temperatura de 450°C. En el transcurso del proceso, el acero está recubierto con tres capas compuestas de una mezcla de acero y de cinc, así como de una capa exterior de cinc puro; Estas tres capas se anclan perfectamente sobre la superficie protegida, al contrario de la pintura que que sólo se deposita. En cuanto a la capa exterior, es menos dura y amortigua por consiguiente muy bien los choques. La galvanización, si su exposición a la corrosión es moderada, asegura una protección eficaz para al menos 60 años !

La línea automática de galvanización permite efectuar todas las etapas del procedimiento de manera óptima, del pretratamiento hasta la galvanización, en un tiempo mínimo y perfectamente controlado.