El sistema de vacío crea una diferencia de presión atmosférica entre el interior de la cuba y el aire ambiente, lo que permite llenarla o vaciarla. Al crear un vacío (depresión), el purín puede ser aspirado. En la fase de esparcimiento, el principio se invierte: la cuba se presuriza para expulsar el purín. Esto significa que no pasa ningún purín a través de la bomba, sólo aire.
La elección de la capacidad (caudal de aire) de su bomba de vacío es un paso importante en la configuración de su cisterna de purín. En la fase de aspiración, es interesante que el vacío se produzca en un minuto. Por tanto, una bomba con un caudal por minuto igual a la capacidad total de la cuba es, lógicamente, la primera opción. Por ejemplo, una bomba capaz de aspirar 10000 l de aire/minuto no sólo creará el vacío en su cuba de 10000 l en sólo 1 minuto, sino que también mantendrá este vacío durante todo el proceso de llenado. Si el caudal fuera de 5000 l/min, esta operación habría llevado al menos el doble de tiempo. En la fase de descarga, es decir, durante el vaciado, la bomba debe proporcionar el aire suficiente en el interior de la cuba para vaciarla uniformemente. El sobredimensionamiento de la bomba desperdicia la fuerza de tracción del tractor, con el riesgo añadido de un desgaste prematuro. El nivel de vacío es el mismo, independientemente de la bomba seleccionada.